"¡Quién sabe si todas estas cosas no son disparatadas! Pero mire usted, doctor: las cosas importantes dependen regularmente del hecho de tomarlas en serio." Robert Musil, El hombre sin atributos

viernes, octubre 30, 2009

Proteccionismo interno

Muy recomendable esta nota de Infobae Profesional sobre la oleada de agresiones legales a los ciudadanos chinos o argentinos de ascendencia china que instalan y administran supermercados.

Más allá del repulsivo racismo mal disimulado en muchos de los involucrados -son increíbles las declaraciones de un individuo de Chivilcoy, citado en la nota-, y que la legislación que se discute para perjudicarlos es manifiestamente inconstitucional, hay algo impresionante: la absoluta falta de reflexión sobre las razones por las que estos supermercados desplazan a la competencia, y la concepción del público como una masa pasiva cuyo interés y motivaciones jamás son tenidas en cuenta.

Básicamente, la queja es porque los "chinos" compran más barato, tienen mejores sistemas de distribución, y que ello le permite vender más barato. En otras palabras, son más eficientes, y están sacando gente del mercado. Algo difícilmente considerable como ilícito.

El reclamo, entonces, es por el "comerciante local", el "pequeño comercio de barrio", que tendría un derecho constitucional a que le permitan cobrar más caro e impedir que nadie compita con ellos, menos si es distinto, o incluso -como reclaman en Chivilcoy o en Trenque Lauquen-, que no hayan vivido cinco años en el partido, en el pueblo, el barrio, o ya que estamos, en la cuadra.

Es un problema de falta de competencia

Nadie se pregunta, llamativamente, por qué los mismos vecinos de estos comerciantes compran a los extranjeros. Tampoco medir cuánta renta económica es extraida por estos comerciantes de sus propias comunidades. Es muy común que se hable mucho del comerciante que se cae del mercado por no poder competir, pero nunca de quien puede ahora comprar las mismas cosas por precios mucho menores.

Y aquí aparece un problema que no es muy mencionado: muchos de los casos más groseros de violación a las leyes de competencia ocurren en el interior del país, pero representan montos demasiado pequeños para justificar la acción de la CNDC. Siempre pensé que esto era uno de los principales justificativos para que comiencen a funcionar las prometidas pero nunca concretadas delegaciones provinciales de la Comisión.

Referencia bibliográfica

Si alguien quiere seriamente entender por qué los "supermercados chinos" se siguen expandiendo, y además por qué limitar las superficies para supermercados como mecanismo para frenarlos puede no tener ningún sentido, deberá leer el muy recomendable libro de Alfredo Sainz, "Negocios Exitosos Argentinos", donde aparte de referirse a los supermercados, también habla de muchos casos de empresas argentinas que generaron modelos de negocios exitosos sin recurrir al discurso racista ni a la explotación de sus propios clientes.

5 comentarios:

Coki dijo...

@Ulrich, estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión respecto a que nadie se fija en la satisfacción del consumidor. Es algo muy argentino y, en apariencia, muy difícil de erradicar.
Se habla de protección y de hacerle las cosas fáciles a los empresarios nacionales, pero a la vez la gente se desespera por comprar artículos importados de mejor calidad.


De lo que no estoy seguro es si los supermercados "chinos" tienen las mismas condiciones para operar que los locales. Tengo entendido que tienen exenciones impositivas y beneficios a través de la embajada, lo cual haría una injusta diferencia frente a sus competidores.

Ulrich dijo...

Coki, eso que escuchó son leyendas! Es IMPOSIBLE que tengan un tratamiento fiscal distinto, eso se sabría porque es IMPOSIBLE ocultarlo. Y lo de la embajada son mentiras, mentiras, mentiras. También sería obscenamente visible.

Coki dijo...

@Ulrich, ¿tan seguro está como para afirmarlo tajantemente?
Fíjese que mi comentario no lo da por cierto, sino que digo que de ocurrir sería competencia desleal.

Sin embargo, me sorprende su seguridad.

Ulrich dijo...

Es imposible la "promoción" fiscal, porque las normas tributarias son las mejor conocidas de todas, por abogados y contadores. No resistiría el menor análisis de la base de datos de la propia AFIP. Tampoco hay ningún tratado tributario firmado con la República Popular China, y si lo hubiera, no podría prever ningún tratamiento diferente para ciudadanos chinos residentes en Argentina.

Lo de la embajada es imposible. Sería ilegal por todos los costados, y tampoco podrían ocultarlo, ya que los fondos que maneja una embajada están controlados por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Fíjese que el dinero gris/gris oscuro que maneja cierta embajada de país latinoamericano ubicada en el barrio de Belgrano lo conoce todo el mundo.

Hay muchos incentivos para que algún "nacionalista" denuncie esto, y si no lo pudieron hacer, con lo sencillo que sería encontrar las pruebas, es porque efectivamente todo esto es un mito...

withdmore dijo...

100% DE ACUERDO.

El super chino de mi barrio es mi preferido por lejos, Jamás, PERO JAMÁS les faltan productos por no reponerlos, nunca te escupen el "viene mañana" tan caro a los almacenes argentinos, JAMAS rompen las bolas con el cambio o las monedas.

Están reventando a los argentinos simplemente porque son mejores en ese ramo.