"¡Quién sabe si todas estas cosas no son disparatadas! Pero mire usted, doctor: las cosas importantes dependen regularmente del hecho de tomarlas en serio." Robert Musil, El hombre sin atributos

miércoles, febrero 27, 2008

Por qué a los abogados no les gusta ser directores...

Para los abogados que trabajan representando empresas extranjeras no residentes, es muy frecuente que les propongan, en caso de formar una filial, que integren el directorio de la sociedad argentina.

Si les costó entender por qué le tienen tanto pavor a cumplir ese tipo de función, lean atentamente esta nota.

jueves, febrero 21, 2008

Una piedra en el zapato marrón.

A Gordon Brown le tocó hacer algo que nunca quiso: nacionalizar la cáscara vacía del Northern Rock. Este banco, muy expuesto al mercado hipotecario que colapsó, recibió la impresionante suma de 25.000 millones de libras del Banco de Inglaterra -el Central británico- a efectos de calmar la corrida y evitar que se derrumbara por completo.

Pero el N.R. no quiso arrancar, y las dos ofertas que se hicieron por el banco eran inviables. Por eso a Brown no le quedó otra opción más que la nacionalización del banco. Recomendable este artículo del Economist de hoy sobre el tema.

El problema es el siguiente: ¿cómo queda afectado el sistema bancario con una entidad, muy colocada en hipotecas, que pasa súbitamente a la administración por políticos? Yo, si fuera inglés, buscaría endeudarme con el N.R., y evitar como a la peste a cualquier otro, ya que cada tanto sé que no me van a ejecutar, o que la tasa que me van a aplicar va a ser siempre bajita. No sólo por el interés de los administradores en no ejecutar a su electorado: tampoco les conviene emprender una liquidación de activos -los créditos- cuando el programa es sanearlo y venderlo de nuevo en marcha.

Los bancos estatales no me parecen que sean tan distorsivos como dicen en la nota. De hecho, sirven como una intervención sana en el sistema bancario, menos distorsiva que si empezaran a fijar precios, tasas o cualquier otra cosa que se les ocurra. Pero la pregunta es más sobre las consecuencias del paso abrupto de un banco privado al sector público. Tengo la impresión que va a ser mucho más complicada que la de un banco público ab initio. Esto creo que va a dar material empírico interesante sobre ese aspecto. Una externalidad positiva, como le dicen.

jueves, febrero 14, 2008

Hope I die, before I'm old...

Hablando de otra generación, que Roger Daltrey, cantante de The Who, pretenda que el Reino Unido extienda el copyright en favor de los intérpretes (no de los autores) a 95, como la Sonny Bono-Mickey Mouse Act de los EEUU, suena casi como una broma barata.

miércoles, febrero 06, 2008

Costos per capita contra eficiencia del gasto.

No sólo en Argentina se discute el problema de los costos de salud. De manera un tanto sensacionalista, nos enteramos que es una preocupación seria también para los Estados Unidos -vía Michael Moore, en este documental, aunque sus loas a Canadá son desmentidas por esta otra-, y que forma parte de las campañas políticas que todavía permanecen sin definición.

Uno de los puntos centrales de todos los políticos y técnicos que opinan al respecto es la reducción de los costos de salud por paciente. Los costos superfluos se atribuyen a varias razones: la medicina defensiva, malas políticas remunerativas de las prácticas médicas, entre otras muchas. Pero una de las principales causas, se sostiene, es el escaso cuidado de la salud por parte de las personas.

El argumento es simple: la gente con malos hábitos de salud es más propensa a sufrir enfermedades, y de esa manera imponen mayores costos al sistema de salud. Esto se pretende remediar de muchas maneras: algunas implican una penalización a ciertos grupos -como a los fumadores- a través de mayores períodos de carencia de cobertura o precios más altos, o por restricciones de cobertura.

Más allá de la legalidad de ciertas iniciativas de los prestadores de seguros y coberturas de salud, todo esto parece estar basado en el sentido común. El que, una vez más, puede ser desmentido por la contrastación empírica.

Según se puede leer en este post reciente del law, la vida saludable puede significar mayores costos al sistema de salud! En efecto, un estudio realizado en Holanda y publicado aquí señala que la reducción de la obesidad y el tabaquismo puede significar, paradójicamente, mayores costos de salud per capita. La mayor expectativa de vida de la persona sana implica, a la larga, mayores gastos: estas personas, que en Holanda pueden aspirar a llegar a los 84, requerirán más gastos que los fumadores (que llegan a los 77) o los obesos (80 añitos).

Es decir que esos cuatro años salen carísimos!

La conclusión, en todo caso, no es que haya que fomentar hábitos indeseables para gastar menos. Sino que hay que abandonar -o al menos relativizar- la discusión sobre el costo per capita, y concentrarse en la eficiencia del gasto. Y por ende la discusión no debe girar tanto alrededor de los montos brutos de gasto en salud, o de la comparación cruda de dólar contra dólar, sino hilar un poco más fino y discriminar la eficiencia de los gastos según parámetros como edad o algo equivalente, para evitar sumar peras con nueces. No se debe evaluar de la misma manera 100 dólares gastados per capita en menores de treinta años que en mayores de setenta, ya que es natural que los mayores requieren un gasto mayor.

viernes, febrero 01, 2008

Los términos de la discusión

Se podría disculpar a quien crea que los agravios y prejuicios profesionales están fuera de lugar de los ambientes universitarios. Pero una vez cada tanto uno lee cosas como esta:

“The problem is not that economists are unreasonable people, it’s that they’re evil people,” he said. “They work in a different moral universe. The burden of proof is on someone who wants to include” a transaction in the marketplace. (Mr. Roth, who acknowledges that “economists see very few tradeoffs as completely taboo,” did not take the criticism personally.)
El que dijo eso es un tal Paul Bloom, profesor de psicología en Yale.

Me pregunto qué pensará entonces de un abogado con un maestría en economía. ¿Suman perversidad, o el derecho atempera la malignidad de la ciencia lúgubre?

Fuentes:

Nota periodística del NYT, y brevísimo comentario en el blog de Greg Mankiw